Ubicado en un enclave privilegiado frente al mar, el proyecto reinterpreta la esencia de la arquitectura mediterránea a través de una elegante fusión entre naturaleza y diseño. La vivienda, que abraza la serenidad del entorno costero, se transforma en un refugio de tranquilidad, donde la apertura de los espacios interiores se conecta armoniosamente con el paisaje marino.
La intervención se centra en potenciar la relación fluida entre los ambientes, creando una sensación de amplitud y continuidad visual. Materiales naturales, como la cálida madera y la piedra texturizada, forman la base de una paleta que evoca la simplicidad y la belleza del Mediterráneo, integrando el interior con la riqueza del entorno natural.
El pavimento continuo refuerza esta conexión, aportando una cohesión sutil que guía a los habitantes desde el interior hacia la terraza, un espacio al aire libre que actúa como el corazón de la vivienda. Aquí, la línea que divide lo interior de lo exterior se desvanece, permitiendo que la brisa marina y la luz natural impregnen cada rincón.
Este proyecto no es solo una reforma; es una invitación a vivir en armonía con el entorno, disfrutando de la calma y la elegancia que solo la arquitectura mediterránea puede ofrecer.
